Por: Maribel Vélez

“La agilidad de aprendizaje es la voluntad y la capacidad de aprender, desaprender y volver a aprender. Las limitaciones en el aprendizaje son barreras inventadas por los humanos”.  Pearl Zhu

Learning Agility (Agilidad de Aprendizaje) no es otra cosa que el desarrollo de todas las competencias y habilidades que nos permiten aprender cosas nuevas, para después aplicar lo aprendido en otra situación parecida, o incluso en una completamente diferente. Resumiendo, es nuestra capacidad de reinventarnos a la vez que agregamos valor permanentemente.

En términos organizacionales, implica las competencias a desarrollar para asegurar: a) Agilidad Mental, b) Agilidad para el Cambio, c) Agilidad para detectar y desarrollar Personas clave, d) Agilidad de Autoconciencia para fomentar fortalezas y trabajar debilidades, e) Agilidad para el logro de Resultados.

Según Korn Ferry, los ejecutivos con altos niveles de Agilidad de Aprendizaje, tolerancia a la ambigüedad, empatía y fluidez social son 5 veces más propensos a estar altamente comprometidos. Y las organizaciones con las mayores tasas de ejecutivos ágiles de alto aprendizaje producen 25% mayores márgenes de ganancias en comparación con empresas similares.

Según Harver, la Agilidad de Aprendizaje se correlaciona con algunos de los rasgos de personalidad de los "Cinco Grandes" o “Modelo de los 5 Factores”, como la amabilidad, la apertura a la experiencia y la conciencia.

Y con estos datos, Learning Agility (Agilidad de Aprendizaje) es un término que se ha puesto “de moda” en los últimos tiempos en gran parte de las organizaciones que ven en la agilidad una ventana de oportunidad para no solo crecer, sino posicionarse como punta de lanza en términos de innovación y transformación de las personas.

Pero como toda moda, algunas organizaciones toman el concepto pero no cuentan con un plan estratégico de implementación que les permita adaptar, adoptar y sostener ese cambio de mindset.

Pongamos de ejemplo la pandemia. Todos, absolutamente todos, “aprendimos” e hicimos algo nuevo, y las organizaciones no fueron la excepción. Después de ya casi 3 años, la pregunta a las organizaciones es: ¿realmente aprendieron? ¿realmente hoy trabajan más ágilmente?

Si la respuesta a la pregunta es no, la respuesta a la situación es no hubo Aprendizaje de Agilidad.

Por lo tanto, y como todo en la vida, el concepto Aprendizaje de Agilidad puede ser tan complejo o simple como queramos concebirlo, y desde nuestro punto de vista, su éxito depende de la capacidad de vivir procesos de cambio fluidamente a nivel individual y organizacional entendiendo que, no solo el cambio es algo que no podemos evitar y además es constante, sino que es la mejor oportunidad para desarrollar y fomentar el crecimiento personal y profesional, y por tanto el logro de objetivos.

Y, en este sentido, la capacidad individual de aprender, desaprender y reaprender que todos tenemos en menor o mayor grado se puede desarrollar de la mano de expertos en procesos de cambio cultural y transformación ágil.

Reflexión: Como líder ¿qué tanto has desarrollado la Agilidad de Aprendizaje en lo individual y con tus equipos de trabajo? ¿tu organización está lista para hacerlo? ¿requiere acompañamiento para lograrlo exitosamente?

La especialidad de B2V SinFronteras, en este sentido, es acompañar a los líderes en procesos de gerenciamiento de cambio y agilidad permitiendo que todas las personas de la organización desarrollen su capacidad de aprendizaje para agregar valor en cada parte de sus procesos internos de trabajo.

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