planificación estratégica
Por: Angie Papadam Adam y Agustin Vidal Papadam
“Planificar es traer el futuro al presente para que puedas hacer algo al respecto.” – Alan Lakein
La planificación estratégica bien hecha permite indicarnos en qué enfocarnos para hacer crecer nuestro negocio. Las oportunidades de crecimiento están siempre presentes cuando tenemos claro hacia donde nos queremos dirigir, pero se esfuman o nos abruman cuando no lo tenemos claro porque no sabemos en cuál enfocarnos.
Primero lo primero. ¿Con qué modelo de planeación estratégica nos vamos a dejar dirigir? Hay varios y nuestra recomendación es combinar algunos para asegurarnos que cuenta con todas las piezas que necesitamos. Vamos a reviar algunos:
1. Modelo de Porter: Analiza la cadena de valor y las cinco fuerzas competitivas.
2. Modelo de SWOT / FODA: Identifica fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas.
3. Modelo de Balanced Scorecard: Evalúa objetivos financieros, clientes, procesos internos y aprendizaje.
4. Modelo de McKinsey 7S: Analiza estrategia, estructura, sistemas, habilidades, estilo, personal y valores compartidos.
5. Modelo de pilares de negocio: Analiza 5 aspectos a saber: rumbo Estratégico, estrategia, rumbo operativo, procesos y producto, y por último cultura y liderazgo.
En este mismo paso y como complemento de los modelos contamos con herramientas que están a la mano para apoyarnos en la comprensión de nuestras estrategias de crecimiento como ser la matriz de Boston (evlaúa productos y servicios en función de la participación y crecimiento), la matriz de Ansoff (identifica estrategias de crecimiento como penetración, desarrollo y diversificación), mapa de procesos (visualiza los flujos de trabajo e identifica oportunidedes de mejora), etc.
Todo proceso que no es rutinario, ni constante tiene sus desafíos, y la planificación estretégica no está ajena a ello, sin embargo conociéndolos estamos advertidos a que debemos realizar lo necesario para no caer en ellos, a saber:
1. Falta de compromiso de la dirección.
2. Insuficiente recursos.
3. Resistencia al cambio.
4. Dificultad para medir resultados.
5. Falta de flexibilidad.
Dado que son tan grandes los beneficios es importante considerar una vez al año hacer un alto y tomarse el tiempo para desarrollar un plan estratégico y/o revisar el planteado hace un año. El negocio irá mejor porque el mismo nos permite:
1. Mejora la toma de decisiones.
2. Aumenta la eficiencia y productividad.
3. Incrementa la competitividad.
4. Mejora la comunicación y colaboración.
5. Facilita la adaptación a cambios.
Y por último, y no menos importante, recuerda que deben participar todos los niveles organizativos, debe permitir cierta flexiblidad para adaptarse a los cambios del entorno y una revisión y ajustes continuos.
Reflexión: ¿Cuándo fue la última vez que realizaron una planeación estratégica? ¿La empresa no tiene la suya y yo puedo realizar la de mi dirección? ¿Qué pierdo en sí probar realizar una planificación estratégica acompañados por expertos?
En B2V SinFronteras te podemos acompañar en desarollar la planificación estratégica y contar con quick wins a ser implementados en los siguientes 3 meses. Siempre es buen tiempo para realizar una planificación estratégica, sin embargo realizarlo los últimos meses del año tiene un sabor con aprendizaje de lo vivido durante el año.
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