¿Qué clase de líder eres? ¿Estás listo para liderar equipos multi-generación en una época de cambio constantes?
¿Qué clase de líder eres? ¿Estás listo para liderar equipos multi-generación en una época de cambio constantes?

¿Qué clase de líder erés? ¿Estás listo para liderar equipos multi-generación en una época de cambio constantes?

Siempre escuchamos que, tanto en la escuela como en la facultad, lamentablemente no se enseña a liderar, y entonces caemos en la frase “¿el líder nace o hace?”. 

Ser un líder requiere, en la mayoría de los casos, de tiempo, de un proceso de aprendizaje, donde se requiere el aprender de los errores, y por supuesto que es necesario de alguien que nos inspire y nos sirva de ejemplo. En este proceso, es muy importante el autoconocimiento, la autoconfianza y confianza, y lograr dominar los miedos, tanto internos como los externos. 

Pero uno de los mayores escollos lo encontramos en el cómo aprendemos a delegar. Hoy día existen jefes que necesitan dar su Visto Bueno a todo, y se convierten en el cuello de botella para todos los reportes de sus áreas y de la empresa. 


Podemos encontrar 4 estilos de liderazgo:

 1) El transformacional: en este estilo de liderazgo, los líderes buscan alentar, inspirar y motivar a sus equipos de trabajo a innovar y generar cambios, contribuyendo al crecimiento de la empresa y en consecuencia, al crecimiento profesional de sus colaboradores. 

2) El transaccional: basado en generar un estímulo de incentivos y castigos que implica organizar y planificar el trabajo de sus colaboradores. Seguir las reglas lleva a obtener recompensas. Este estilo es muy difícil de mantener en el tiempo, ya que desaparecerá una vez que estos estímulos desaparezcan. 

3) El Laissez-faire: también conocido como liberal, basado en el trabajo independiente, sin intervención del líder. Si bien el líder define los objetivos y concede los recursos, también brinda una total libertad, generando su ausencia de dirección. 

4) El autoritario o unidireccional: En este estilo, el líder conlleva todo el poder de decisión y control. Define las las tareas y objetivos sin dejar participar ni opinar a sus colaboradores. Estos solo se limitan a obedecer las decisiones de sus líderes. 

Es evidente que el mejor estilo de liderazgo, y el más difícil de poner en práctica, es el transformacional, ya permite, a su equipo de trabajo, explorar el arte de la innovación y a sacar lo mejor de cada colaborador. También es el único estilo de liderazgo que permite el aprendizaje a partir del error, un aspecto muy valorado por los trabajadores y por los jefes, y absolutamente necesario para adaptarse a los cambios actuales. 

Y también es muy evidente, que el peor estilo de liderazgo es el autoritario, quizás porque es el estilo predominante y el único estilo que pudieron probar, y en consecuencia, aprender. Esto también nos lleva a concluir, que no fueron o son capaces de cambiar lo que mal aprendieron. Es decir, no pudieron o quisieron desaprender lo malo, y poner en práctica un estilo distinto, que busque empoderar a nuestro equipo de trabajo. Sí se puede cambiar el estilo de liderazgo a partir de tener la actitud correcta, el mentor adecuado y la humildad con el equipo al decirles  “quiero cambiar para ser mejor líder, acompáñenme y regalenme su feedback”.

Del estilo de liderazgo transaccional, poco podemos hablar, porque como ya argumentamos, es muy difícil de mantener en el tiempo. 

Por último hablemos del estilo Laissez-faire que si bien parece bueno al basarse en el trabajo independiente, puede ser tan o más peligroso que el autoritario, dependiendo de la cultura empresarial donde se pone en práctica. ¿Por qué?, porque la ausencia del líder puede influir de manera negativa en los colaboradores. Estos pueden interpretar, que la ausencia del líder puede influir negativamente para que puedan alcanzar sus resultados. También puede llevar a generar conflictos entre ellos, y tendrán que resolver sus problemas sin la intermediación de su líder, pudiendo afectar el clima laboral. Y, por último, puede faltar motivación laboral y profesional, alterando negativamente la productividad, e impactando negativamente en la imagen de la empresa. 


Entonces, ¿con qué estilo de liderazgo te identificas?


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