El proceso para agregar valor al cliente requiere una transformación integral, poniendo al cliente en el centro de las decisiones. Para ello es importante comprenderlo en todos los aspectos y ajustar la estrategia, la cultura, los procesos y la tecnología al mismo. Para que el cliente tenga con nuestra empresa una conexión emocional única la experiencia integral de compra y post-venta deben ser diferenciales a la competencia y los aspectos comerciales competitivos. El producto que entregamos es el resultado de analizar y entregar valor dependiendo del ciclo de vida del cliente, la experiencia del cliente y la oferta de valor que podemos ofrecer al cliente.
